Una nueva imagen de María para el colegio Sant Marc
27 de octubre de 2025
4 min de lectura
Una Madre cercana, valiente y llena de vida que acompaña a toda la comunidad educativa.
María, madre y maestra de todos los cristianos
Desde los primeros siglos del cristianismo, los creyentes han mirado a María como modelo de fe y amor incondicional a Dios. Su “sí” generoso en la Anunciación —un acto de confianza absoluta— marcó el comienzo de la historia de la salvación.
En ella encontramos a una madre que enseña a escuchar, a servir y a amar sin condiciones. Por eso, su figura ha acompañado siempre la vida de la Iglesia, las familias y también las escuelas cristianas.
Los santos, maestros del espíritu, han visto en María una guía segura para educar y formar el corazón:
🕊️ “A Jesús siempre se va y se «vuelve» por María» – San Josemaría Escrivá.
🌹 “Es imposible ir hacia Jesús si no pasas por el Amor a María” — San Juan Bosco
💙 “La grandeza de María proviene justamente de su humildad. Y era humilde porque pertenecía a Dios por completo, estaba en disponibilidad para lo que Él quisiera pedirle” — Santa Teresa de Calcuta
En cada etapa educativa, la presencia de María recuerda que educar es acompañar con ternura y firmeza, como hace una madre. Ella no sustituye el esfuerzo, pero da sentido y horizonte a todo aprendizaje.
Una Virgen que nace del corazón de los alumnos
La nueva Mare de Déu de Sant Marc es el fruto de un proceso vivido con profundidad y cariño por toda la comunidad educativa. Nace del deseo de ofrecer a los niños y jóvenes una imagen más cercana y representativa, una figura de María que puedan reconocer como madre y modelo de vida.
Su rostro sereno y valiente refleja la fortaleza de una mujer que confía y se entrega, capaz de decir “sí” con libertad y amor. Transmite paz, pero también determinación, la autoridad de quien guía desde el servicio.
El arte de esta representación busca hacer visible lo invisible: la ternura firme de una madre que acompaña cada paso.
A su lado, el león de san Marcos —símbolo del Evangelista y emblema del colegio— aparece discretamente, pero con fuerza visual. No es un adorno, sino un signo de coraje, protección y nobleza, virtudes que el colegio Sant Marc quiere seguir inspirando en sus alumnos.
Como explicaba la presentación oficial, “la fe no es pasiva, sino comprometida, valiente y llena de vida”. Esta imagen quiere recordar a los niños y jóvenes que la fe cristiana no es refugio, sino impulso: una llamada a vivir con autenticidad, esperanza y alegría.
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La bendición de la imagen: un momento de comunión y gratitud
El pasado sábado 19 de octubre, el colegio Sant Marc vivió un día histórico. En el salón de actos de la escuela, durante una misa presidida por Mossèn Pere y el obispo auxiliar Javier, se bendijo la nueva imagen de la Virgen María, en una celebración llena de emoción y participación.
La eucaristía fue un gesto profundo de comunión entre fe y educación, donde alumnos, profesores y familias agradecieron este nuevo símbolo de identidad. Durante la homilía, se destacó que María no es una figura del pasado, sino una presencia viva y actual, que acompaña a cada persona en su camino de crecimiento.
El obispo Javier agradeció la iniciativa del colegio y subrayó que la Virgen educa como solo una madre sabe hacerlo: con paciencia, con cercanía y con amor verdadero.
Al final de la celebración, los alumnos cantaron y ofrecieron flores, en un ambiente de alegría y recogimiento.
Desde ese día, la Mare de Déu del Sant Marc ocupa un lugar especial en la escuela: no solo en su espacio físico, sino también en la memoria y el corazón de quienes la miran. Su presencia invita a todos —niños, jóvenes y adultos— a vivir la fe con autenticidad, coraje y gratitud.
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Una Madre para el camino
La nueva imagen de María en Sant Marc no es solo una obra de arte: es una propuesta espiritual y educativa.
Una madre que enseña a mirar con esperanza, a elegir el bien y a confiar en Dios incluso cuando el camino no es fácil.
Una madre que recuerda a cada alumno que la fe también se aprende —como todo lo importante— en el amor cotidiano y en el ejemplo de quienes nos acompañan.
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