EDUCACIÓN
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Ocurre algo asombroso por todo Occidente en estas fechas, algo único en multitud de países: millones de luces se encienden por todo el mundo para celebrar la Navidad. En ninguna otra fiesta ocurre algo parecido, todos celebran esta fiesta.
Autoría: D. Arturo Garralón | Capellan Alborada
19 de diciembre de 2023
2 min de lectura
Sin embargo, cada vez más la Navidad pierde su verdadero sentido. Por ejemplo, ¿cuántos saben que el árbol de Navidad es un símbolo de la muerte redentora de Jesús? El gran drama de la Navidad es que todo el mundo la celebra y pocos saben el porqué. Entonces se acaba buscando la diversión de forma artificial recurriendo al despilfarro y los excesos.
Recuperar el sentido de la Navidad es nuestra tarea, empezando por nosotros mismos y nuestro entorno cercano. Recojo cinco tradiciones que nos pueden servir en casa para vivir estos días con sentido:
El mundo adquiere el aspecto de un gran Belén pero con el Portal vacío, lo importante es que en nuestra familia el Niño Dios sea verdaderamente el centro de la Navidad.
Bendecir la mesa, en especial en Nochebuena, para agradecer un año más los alimentos, la familia, la vida…, todo lo que tenemos y a quien tenemos; se puede usar una de las bonitas bendiciones que existen para la cena de Nochebuena, leyendo el pasaje del evangelio de Lucas 2, 8-14.
«Sienta un pobre a tu mesa», que se puede traducir en ocupar especialmente estos días en servir a los demás, compartiendo de lo nuestro; en particular dando a los otros parte de nuestro tiempo, ese bien tan escaso ahora y por eso tan valioso, y empezando por aquellos de la familia que más lo necesiten.
Centrar estos días en la Eucaristía, en el eterno pesebre del Sagrario Jesús está siempre presente desde aquella primera Navidad; por algo Belén significa “Casa del Pan”; no olvidemos quién debe ser el protagonista.
Cantar villancicos; y cuando no se da bien cantar, siempre se pueden poner para que suenen en casa; y los hay en versión popular, clásica, rock, jazz, etc., para todos los gustos.
Las tradiciones fortalecen los vínculos y reafirman nuestra identidad, por eso cada familia debe tener las suyas. En estos días, en que la sociedad adquiere el aspecto de un gran Belén pero con el Portal vacío, lo importante es que en nuestra familia el Niño Dios sea verdaderamente el centro de la Navidad.
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